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Técnicas 1: Técnicas empleadas en histología

1. Generalidades

La histología, también llamada anatomía microscópica, es el estudio de las estructuras microscópicas de los tejidos y órganos del cuerpo.
Para ello, en la actualidad, se emplean más comúnmente el microscopio óptico, el de fuerza atómica (MFA) y además la microscopía virtual (método que permite examinar la muestra en la pantalla de un ordenador o dispositivo móvil).

2. Preparación del tejido

Tinción con hematoxilina y eosina con fijación en formalina

Esta técnica es la que se utiliza con mayor frecuencia.

Primer paso: La fijación. Se realiza para conservar la estructura de la muestra, para poder llevar a cabo los tratamientos posteriores. La muestra debe sumergirse en el fijador nada mas extraerse. El fijador comúnmente usado es la formalina: solución acuosa de formaldehido al 37%, en combinación con otras sustancias químicas.
Sin embargo, la formalina, no reacciona con los lípidos, por lo que es un mal fijador de las membranas celulares. Así pues, para conservar las estructuras de la membrana se emplean fijadores especiales, con metales pesados que se unan a los fosfolípidos, tales como permanganato y osmio.

Segundo paso: después de dicha fijación, la muestra se prepara para su inclusión en parafina. Se lava y se deshidrata mediante disoluciones alcohólicas de concentración creciente, hasta llegar al 100%. A continuación la muestra se aclara, con solventes orgánicos, tales como el xileno o el tolueno, con el objetivo de extraerle el alcohol.
A continuación se realiza la inclusión de la muestra en parafina fundida. Se realiza con el fin de poder realizar posteriormente un corte muy delgado de la muestra (de 5 a 15 µm). Una vez que la parafina se ha secado y endurecido se formará un bloque, en cuyo interior se encuentra la muestra. Dicho bloque se colocará en una máquina cortadora, llamada micrótomo, que realizará los cortes ya mencionados. Estos cortes se colocan sobre un portaobjetos de vidrio, utilizando pineno o resinas de acrílico como adhesivo.

Tercer paso: tinción de la muestra, con el objetivo de permitir su posterior examen, puesto que los cortes de parafina son incoloros. Para ello, la parafina debe extraerse con xileno o tolueno y los tejidos han de rehidratarse, mediante soluciones de alcohol de concentración decreciente.  A continuación el tejido que ha quedado sobre el portaobjetos se tiñe con hematoxilina en agua. Después, la muestra se vuelve a deshidratar, mediante las soluciones de alcohol de concentraciones crecientes y se vuelve a teñir con eosina en alcohol.

Cuarto paso: la muestra se pasa por xileno o tolueno y se le coloca un medio de montaje no acuoso. A continuación se le coloca un cubreobjetos para obtener así el preparado final y permanente.
  • Demostración del efecto de la hematoxilina y la eosina actuando por separado y juntas:
Ambos colorantes juntos van a conseguir que la muestra se pueda examinar con mucha mayor precisión, ya que cada uno por separado tiñe los elementos de la muestra para los que presenta más afinidad.

Otras tinciones

A pesar de los buenos resultados obtenidos con la tinción de hematoxilina y eosina, algunos componentes, tales como la elastina, fibras reticulares, membranas basales y lípidos, no se pueden observar claramente. Por ello, cuando se desea examinar dichos componentes, es necesario emplear procedimientos de tinción selectivos. Dichos procedimientos incluyen el uso de orceína y fucsina-resorcina, para los materiales elásticos, y la impregnación argéntica para las fibras reticulares y membranas basales.

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