En medicina todo se pueden trasplantar, hasta las heces humanas. Y es que se ha visto que tiene utilidad en cuanto a cambiar las bacterias “malas” por “buenas”. Hay quien dice que podría tener otros usos, como enfermedad inflamatoria intestinal, pero las investigaciones no lo han demostrado.
¿Cómo se preparan las heces? Por
suerte, las heces no se administran según se obtienen de cuerpo. Aunque tampoco
te creas que hay mucha diferencia. Si se usan en fresco, hay que obtener 150
gramos de heces, se disuelven en suero, se homogeniza la muestra en una
batidora, se filtra para eliminar los restos grandes y listo para administrar.
Si quieres hacerlo más tarde, se puede procesar más y congelar.
¿Cómo se pueden implantar la
microbiota intestinal? En la variedad está el gusto, y es que en los estudios
de investigación se ha probado de todo. Que si a través de colonoscopia, que si
con un enema o también con sondas que van desde nuestra nariz hasta nuestro
estómago o intestino delgado. Hay estudios hasta donde se las han dado a comer,
pero tranquilo, metidas en una cápsula.
Y como todo procedimiento médico,
puede tener efectos adversos, aunque te sorprenderá que son muy raros, y eso
que estamos hablando que se hacen en personas con enfermedades. En torno al 1%
de las ocasiones produce problemas graves.
Y la pregunta que te lanzo es,
¿te atreverías con esta técnica experimental?